Estas fechas solían emocionarme mucho. Halloween. Este año no tengo idea. Hay varios planes, pero la neta, ninguno en concreto. Espero irme animando conforme esté más cercana la fecha.
Una semana con mucho trabajo. Y de mucho apoyo moral para Yu. Ethan se apareció otra vez. Buena onda, pero no me siento igual con él. Como que estas largas separaciones dejan muy en claro que tanto desea que sea parte de su vida, siento yo. Además, odio sus plantones.
No duermo si no leo. Antes, cuando era cristiano (esta es otrs historia), y leía la Biblia, me decían que sobre mi cabeza había un batallón de demonios del sueño peleando contra los de Dios, que querían que siguiera leyendo, por lo que yo trataboa de no dejarme vencer por los demonios. Pero...Ahora que no leo la Biblia, dependerá si el libro es bueno o malo? Odio los lunes.
Me pregunto como me ven los demás. Siempre han pensado que es por orgulloso el que lo pregunto, pero tal vez es inseguridad. Hoy traian una máscara en el trabajo. Que hueva una máscara, bastante son las que me pongo diario.
El viernes viví algo distinto. Hace tiempo conocí a un locutor de radio, a quien hacía mucho no volvía a ver. Me lo encontré en año nuevo, y nos besuqueamos. Pues lo volví a ver. Pero cuando lo dejé de ver era un locutor con deseos de ser estilista. Ahora es un policía. Trabaja en Asuntos Internos (se oye como en las películas, pero en Tijuana eso es ser como supervisor de los policías).
Pues nos vimos muy noche en el centro. Como ambos traíamos carro, decidimos andar en el de él. Yo le sugerí ir a un motelillo, pero el me dijo que jamás había entrado a uno, y me dijio que para algo trabajaba en la policía y me llevó al estacionamiento enfrente del Palacio. Nos encueramos casi todos. Los vidrios empañados, y algo que me gusta es que tiene algo como wild, que hasta me arranco un botón. Pude descubrir que está sumamente conectado su miembro a sus pezones. Pues ahí agasajamos buen rato, jugando espadazos, a ratos yo arriba, a ratos el. Estaba incómodo, hacía mucho que no lo hacía en un carro. Bueno, no tanto, pero el mezanine no estuvo tan intenso. Me dejó los labios reventados chet, pero ese dolor que gusta...je je.
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