El pasado 23 fué el Día Mundial del Libro. El gobierno se equivoca cuando piensa que, para que el libro sea accesible a los nuevos lectores, es necesario rodearlo de todo tipo de explicaciones pedagógicas. Podemos cuestionar nuestra lectura personal o incluso observar a la gente que hasta ahora no leía y que entró en contacto con la lectura. No creo que la primera chispa se haya encendido a partir de la explicación del libro. Si alguien se siente conmovido por la poesía, no se debe a que antes se le haya dicho cómo debe leerse la poesía, sino a que un día se encontró frente a un texto, que antes le era totalmente inaccesible: recuerden ustedes las primeras lecturas que les parecieron importantes.
En mi caso, puedo decir que los textos que me atrajeron, me apasionaron, me impresionaron, los textos a los que no me pude resistir y que luego quedaron como los grandes libros de mi vida, todos fueron textos de los cuales al principio no entendía nada.
Por cierto, hoy hubiera sido cumpleaños de Leonardo Da Vinci ( lo oí en las efemérides del radio, jeje)
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