Tuesday, May 3

Mosquitas, pingüinitos y caballitos jotitos...

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Primero fueron las moscas, cuando un equipo de científicos descubrió que puede modificar las tendencias sexuales de las moscas en un abrir y cerrar ojos.

Hace dos años la BBC publicó una nota que informaba que el doctor Toshihiro Kitamoto, del Instituto de Investigación Beckman, en California, EE.UU., introdujo en un grupo de moscas un gen mutante, sensible a los cambios de temperatura. Cuando la temperatura del ambiente en que se encontraban los insectos superaba los 30º, la conexión entre un grupo de células nerviosas se interrumpía. Como resultado, las moscas masculinas dejaban de interesarse por las femeninas y en cambio, se predisponían de buen modo a los avances de las moscas de su mismo género. Fue así que se descubrió que la calentazón podía cambiar la flecha de dirección, algo como apuntar para el Morro, pero dispararle a la Cabaña.

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Ahora se trata de los pingüinos gay, y hasta de los caballos. En efecto, seis pingüinos machos con tendencias homosexuales han puesto en aprietos a un zoológico del norte de Alemania.

Las autoridades del Zoo am Meer, en el puerto de Bremerhaven, Baja Sajonia, decidieron introducir cuatro pingüinas suecas para comprobar si los machos eran realmente gay. En realidad había dudas sobre si los pingüinos eran realmente gay, o si se estaban haciendo los suecos. Pero la medida fue recibida con amplias protestas de activistas por los derechos de los homosexuales.
"Grupos gay de todo el mundo nos han estado maldiciendo desde que hicimos el anuncio", dijo la directora del zoológico, Heike Kueck, a la revista alemana Der Spiegel.

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Como si esto fuera poco, nos llega ahora un reporte de La Habana que no ha hecho sino confirmar los peores temores, tanto de las Fuerzas Armadas cubanas como del Exilio en Armas. Resulta que se han detectado ya seis casos de caballos gays en la capital cubana. Dos de ellos corresponden a sementales que estaban en poder del ejército cubano, y que, al llegar el período especial, habían reemplazado a dos tanques rusos. Los caballos, considerados los mayores productores de testosterona de América Latina, y que, por cierto, eran además barbudos, fueron sorprendidos cuando se revolcaban sobre la yerba con un recluta llamado Alejandro. Las organizaciones de El Exilio en Armas se han alarmado ante lo que consideran una prueba de lo lejos a que ha llegado la sodomización de la Nación Cubana. Temen que hasta el tocororo (el ave nacional) termine por ponerse una pluma en la cabeza y salga del closet. De nada han servido los artículos aparecidos en El Heraldo de la Mañana del Mañana que nos recuerdan que de todos modos el tocororo es un pájaro, y que por lo tanto ahí no hay mucho que hacer.


De las moscas californianas a los pingüinos gay australianos, hasta los caballitos pink (como ya se los conoce) de Cuba, pareciera que la naturaleza entera se está volviendo contra natura. Se nos olvidaba decir que los otros cuatro caballitos habaneros que no habíamos mencionado trabajaban, dos para el Poder Popular, uno para la Recogida de escombros, y el otro en la Batalla de Ideas. A éste último todos le decían Bazuka, pero después de haber sido descubierto dando tremenda batalla con el de la Recogida de Escombros, ahora lo llaman Hoja de ruta.

1 comment:

Ana said...

Me ha entrenido leer este post.