Activo o pasivo?

Bueno, el miércoles me fuí a pistear con Bea y Willy, y al rato llegó Edu, e hicimos un minirecorrido por la Plaza Santa Cecilia, y descubrimos bares que no habíamos visto antes...El D.F., el Muchacho Alegre, pero ya le dedicaré un blog a eso. Ayer me fuí a casa de mi amiga Yu a comprar los boletos para el concierto de Air (son los que cantaban aquella canción de Sexy Boy, donde salía un changuito en el video, o más reciente, Kelly watch the stars), pero aún debatimos sobre esto: Estarán en L.A. con orquesta, o en San Diego sin ella. Yo prefiero verlos con orquesta, pero en fin, no pude hacer que mi tarjeta de crédito pasará por la dirección de México, así que tendremos que ir al Ticketmaster a pagar por ellos...Enigüeis, antes que llegará Edu, estuvimos platicando sobre lo de pasivo, activo...Me encanta. "Hola, soy Juan, y soy inter más pasivo". Je je. Se me hace ridículo. Un amigo dice ser solo activo y que nadie jamás le ha tocado su colita. No creo que por ser solo activo y virgen del hoyo sea menos joto. Es más, me atrevo a decir que es un joto con problemas de aceptación con él mismo. Yo puedo respetar a alguien que en base de experimentación se conoce y sabe lo que le gusta, pero no a alguien que por sus complejos, se queda con las ganas de probar.

El primer hombre de mi vida se llama Tom. Tom ahorita debe tener como 40 años, cuando yo lo conocí tenía 38. Es divorciado, profesor de una universidad, y la primera vez que lo ví me sorprendió lo guapo que está. Fué en el Bourbon Street. Lo seguí al baño, y ahí platiqué con él. Italiano, blanco, el pelo negro canoso, mucho vello en el pecho y los ojos azules. Me dió su teléfono para que le llamará el siguiente miércoles para ir al boliche. "¿Boliche? Si yo lo que quiero es coger!!!" O.K., yo te llamo Tom. Le llamé el siguiente miércoles, pero solo para avisarle que no podría ir, debido a que mi carro se estaba calentando mucho. Así estuvimos por unos dos meses. Pero la plática iba subiendo de color, haciéndose más cachonda... Total, llegó el día que andaba bien caliente, y que dije, me vale el carro, voy a ir. Y me fuí. No estaba tan cerca como me imaginaba...Vive, a como recuerdo, casi llegando a Carlsbad. Mi carro iba hecho fuego, tanto por mí como por el motor. Pues llegué a su casa, en una especie de privada, metí su clave (ya me la había dado previamente) y entré. Estacioné el carro y le toqué. Me abrió. Estaba más guapo de como lo recordaba. Me dió un abrazo y me dijo que pasara...Y pasé.

Me senté en un sillón y yo estaba nerviosísimo. "Guul llu laic som guain?" "A little" le respondí como en aquel anuncio de inglés sin barreras. No es cierto. Para ese entonces ya mi calentura sobrepasaba las barreras del lenguaje. No sé de donde, pero 20 mil ingleses...Me dió el vinito, y se sentó a mi lado. Me pregunto que si estaba nervioso, y yo como una dulce virgen le dije que sí. Me dijo que no haríamos nada que yo no quisiera. "O.K." dije de inmediato.

Tom empezó a besarme y a desnudarme. En aquél tiempo yo tenía el complejo de que estaba gordo, pero la verdad es que el bato me hizo sentir como el ser más hermoso parido por un humano. En ese momento me lo creí, y me dejé llevar a lo alto, a sus aposentos, una cama y los 2 desnudos, y oh oh! tremendo hijo que tenía. Era de las primeras que veía, y según me han contado, tuve suerte. Era como una botella de Coca Cola litro y medio. No sé con que compararlo, con un teléfono inalámbrico. No sé, pero estaba grande. "Ni madres que me mete ese cocodrilo" pensé. Total, empezamos a agasajarnos, y me enseño una de las maneras de masturbar que más me agrada: Verga contra verga. Es realmente rico agarrar las 2, una frente a la otra, sentir el calorcito de otra junto a la tuya, y empezar a moverlas al mismo ritmo. Es casi un poema. después hicimos un 69. Incómodo, pero rico. Era la primera vez que hacía uno a un hombre, y dijo que lo hacía muy bien.

No sé si la primera vez fuí activo, o pasivo. Pero tuve un cachondeo profundo que me encantó. Yo tenía mucho miedo por estar con un bato, pero todo era culpa de los complejos que uno va adquiriendo. La primera vez que me hicieron un beso negro, quedé como petrificado, pero me gustó. No sabía que existía eso. Y si no experimento, quien sabe que más cosas me perderé. Por eso yo digo a mí me dá igual, mientras se sienta rico y tenga con que o por donde hacerlo, no hay pedo. Je je.